La conjuntivitis es una de las patologías oculares más habituales y por lo general más fácilmente tratables que existen. Es una inflamación de la conjuntiva, una membrana fina y transparente que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Esta inflamación hace más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da al ojo un color rojizo, afectando tanto a niños como a adultos.
Muy rara vez se pueden dar casos más graves de conjuntivitis es causada por virus o bacterias, que es muy contagiosa. Este segundo caso, como decimos, muy poco habitual, suele deberse a fuertes reacciones alérgicas o bien a una falta de higiene continuada. En estos casos se recomienda acudir a urgencias para una valoración lo más rápidamente posible.
Tratamiento habitual
La infección vírica, la causa más habitual de conjuntivitis, generalmente desaparece en entre 7 y 14 días sin la necesidad de tratamiento y sin consecuencias a largo plazo. Sin embargo, en algunos casos puede tardar de 2 a 3 semanas o incluso más en desaparecer.
El oftalmólogo puede recetar medicamentos antivirales para tratar los tipos de conjuntivitis más graves, como los causados por los virus del herpes simple o de la varicela-zóster. Eso sí, los antibióticos no tendrán efecto, ya que estos medicamentos no son eficaces contra los virus.
Las gotas oftálmicas también pueden ayudar a mitigar los síntomas, en concreto el picor intenso.
Consejos
Para reducir el riesgo de contagiarse o propagar la conjuntivitis, se recomienda:
- Lavarse frecuentemente las manos con agua tibia y jabón, por lo menos durante 20 segundos.
- Evitar tocarse o frotarse los ojos.
- Evitar compartir maquillaje, lentes de contacto o gafas.